<p class=»ue-c-article__paragraph»>Las implicaciones de los cambios y de las revoluciones tecnológicas sobre el empleo, los salarios, las empresas y, al final, sobre el conjunto de la economía han sido siempre y en todo lugar una fuente de controversia. La emergencia y el potencial desarrollo de la Inteligencia Artificial (IA) no escapa a esa vieja y eterna polémica. Unos presagian que su desarrollo e implantación llevará a una masiva destrucción de puestos de trabajo; otros consideran que, al igual las olas tecnológicas del pasado, terminará por incrementar la demanda de mano de obra y, con ella, el empleo y la remuneración de los trabajadores. ¿Es esta época diferente? ¿Es posible analizar las consecuencias previsibles de lo desconocido?</p>
Hay que cuestionar el tecnopesimismo: el cambio tecnológico ha venido de la mano de nuevas actividades profesionales
Las implicaciones de los cambios y de las revoluciones tecnológicas sobre el empleo, los salarios, las empresas y, al final, sobre el conjunto de la economía han sido siempre y en todo lugar una fuente de controversia. La emergencia y el potencial desarrollo de la Inteligencia Artificial (IA) no escapa a esa vieja y eterna polémica. Unos presagian que su desarrollo e implantación llevará a una masiva destrucción de puestos de trabajo; otros consi
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