<p class=»ue-c-article__paragraph»>Lo de <strong>Sánchez</strong> sobre el caso del fiscal general ha sido bien definido por <strong>Ayuso</strong>: «Este hombre ha enloquecido». Se ha venido arriba y ha roto todas las categorías analíticas imaginables. Tenemos un fiscal que había delinquido (presuntamente, que no se me olvide el presuntamente) por revelación de secretos (arts. 197 y siguientes del Código Penal). Lo ha hecho para perjudicar a una rival política por la relación que mantiene con el ciudadano revelado. Mienten los defensores de <strong>Gª Ortiz</strong> al sostener que él no tuvo la información antes de difundirla la Ser. La tuvo 85 minutos antes. Pero lo más extraordinario no es esto, sino el hecho de que el fiscal haya intentado destruir las pruebas de su delito borrando todos los mensajes de su móvil en las fechas claves de la revelación (del 8 al 14 de marzo).</p>
Lo de Sánchez sobre el caso del fiscal general ha sido bien definido por Ayuso: «Este hombre ha enloquecido». S
Lo de Sánchez sobre el caso del fiscal general ha sido bien definido por Ayuso: «Este hombre ha enloquecido». Se ha venido arriba y ha roto todas las categorías analíticas imaginables. Tenemos un fiscal que había delinquido (presuntamente, que no se me olvide el presuntamente) por revelación de secretos (arts. 197 y siguientes del Código Penal). Lo ha hecho para perjudicar a una rival política por la relación que mantiene con el ciudadano revelad
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